ELEANOR PARKER

La pretensión de Eleanor al llegar a la Meca del cine fue ,como la de tantas otras jóvenes bellas y soñadoras, la de convertirse en una gran estrella.Cierto es que por unos años, su presencia resultó casi imprescindible en numerosos films de serie B, que aunque la mayoría de veces no eran de su agrado, le ofrecieron  la posibilidad de desenvolverse en este mundillo del cine ; precisamente fueron estos films los que le abrirían el camino hacia producciones más importantes en las que pudo por fin demostrar que era algo mas que una cara bonita. Y vaya si lo hizo….demostró con creces que la pasión por la interpretación le corría por las venas, y accedió a encarnar personajes que otras tal vez en su lugar hubiesen desestimado, ya que Eleanor quería mostrarle al público que era algo más que una starlette de cuerpo sugerente. Gozó de unos años de mucha popularidad, pero poco a poco su status de estrella fue perdiendo brillo ,ya que su trabajo como actriz nunca fue lo suficientemente reconocido. Así  que hoy en día solamente unos pocos cinéfilos recuerdan a esta actriz de mirada serena, de rostro elegante que apostó por el cine en mayúsculas, y que pudo hacer realidad, aunque sólo fuera por un tiempo, su deseo de convertirse en una gran estrella de cine.

Eleanor nació un 26 de Junio de 1922 en Ohio. Desde muy jovencita sintió el deseo de convertir el arte escenico en su profesión, así que con tan sólo 15 años ingresó en una de las Academias más prestigiosas de la época, donde destacó prontamente ya que fue solicitada por la Fox para protagonizar un pequeño papel, el cual no aceptó , pues prefirió seguir con su formación artística.

Cuando se encontró suficientemente preparada decidió trasladarse a Hollywood para ofrecer su talento a los poderosos estudios que allí se encontraban. Por esta época era habitual que cientos de jovencitas ávidas de fama, se paseasen por los estudios casi mendigando una oportunidad; la mayoría de ellas veían sus sueños truncados o bien pasaban a engrosar la lista de operarias en la cadena de montaje o producción. No fue este el caso de la bella Eleanor,ya que fue contratada por la Warner, con tan sólo 19 años, debutando junto a Errol Flyn en «Murieron con las botas puestas» 1943;  lo cierto es que nunca vió su interpretación plasmada en la pantalla, ya que  decidieron recortar las imágenes en las que ella aparecía. Aunque este hecho afectó considerablemente a la actriz, lo cierto es que más tarde tuvo la posibilidad de aparecer en pequeños papeles  que la ayudaron a promocionar su nombre entre productores y directores; seguramente fue «Misión en Moscú» 1943, dirigída por Michael Curtiz y junto al popular actor Walter Huston la que más categoría le reportó al principio de su carrera.

Dos años después su protagonismo se hizo algo más patente con «El orgullo de los marines» 1945, un drama bélico que compartió con John Garfield,  película que obtuvo aparte de un gran éxito de taquilla, una nominación a los Oscars por su estupendo guion.

Un año después también sería cabeza de cartel junto a Paul Henreid en «Cautivo del deseo» 1946, film que por cierto ya había sido llevado al cine unos años antes de la mano de Bette Davis y Leslie Howard; las comparaciones surgieron de inmediato y por supuesto esta vez el público decantó sus preferencias hacia la inolvidable Bette, por lo que Eleanor quedó algo malparada frente a tan estupenda actriz.

En realidad los años cuarenta tan sólo fueron una especie de aprendizaje para Eleanor,  ya que aunque apareció en bastantes producciones y vió crecer notablemente su popularidad , ninguna la situó en el rol de actriz talentosa que ella perseguía, ya que casi todas ellas fueron de corte romático. Aún así compartió protagonismo  con figuras de categoría reconocida, como en el caso de «Nunca huyas de mí»1947, que protagonizó junto a Errol Flyn o Ida Lupino ,o «The Voice of the Turtle»,  protagonizada con Ronald Reagan.

Por fin, a principios de la década de los 50, pudo demostrar su categoría actoral gracias a un drama carcelario llamado «Sin remisión» 1950; en esta película, que supuso toda una sensación entre el público por su gran realismo, la actriz apareció con una imágen que distaba mucho del glamour al que tenía al público acostumbrado y con el pelo rapado y atuendos que no hicieron sino reforzar su gran calidad interpretativa, finalmente la crítica reconoció su talento; la Academia de los Oscars la recompensó con una nominación a la mejor actriz de aquél año, aunque finalmente el Oscar le fue arrebatado por Josephine Hull por su interpretación en «El invisible Harvey».

Su exitoso inicio de la década continuó en los años que siguieron, ya que la industria comenzó a mostrar una gran interés por la actriz, que hasta este momento parecía haber sido prácticamente desperdiciada. Eleanor gustaba de interpretar personajes complicados y dramáticos, aunque por supuesto de vez en cuando la envolvían en tules y sedas brillantes para  aprovechar así su gran belleza. La actriz aún casi saboreando las mieles del éxito que le reportara su primera nominación a los Oscars, de nuevo se situó en el candelero por su interpretación junto a Kirk Douglas en «Brigada 21», por la que de nuevo obtuvo una nominación  al Oscar como mejor actriz, pero que finalmente le fue concedido a Vivien Leigh por su interpretación en «Un tranvia llamado deseo».

En el año 1952  lució a partes iguales belleza  y talento mediante la película «Scaramouche», interpretada junto a Steward Granger y Jane Leigh;  los alegres colores del tecnicolor permitieron que el público disfrutara de las aventuras de este espadachin, a la vez que contemplaba la belleza de estas dos damas quedando Eleanor con el personaje de la actriz Leonor ,cómica de la farándula visceral y de ademanes  agresivos, algo mejor parada, ya que protagonizó escenas inolvidables junto a Steward Granger.

Al comprobar que la actriz también era muy bien acogida en el género de aventuras, continuó mostrando su vena aventurera en films como «Fort Bravo» 1953, un mítico western protagonizado junto a William Holden o «Cuando ruge la marabunta «1954, clásico de aventuras que compartió con Charlton Heston.

En el año 1955 , se desligó de las aventuras para protagonizar de nuevo  un drama, esta vez biográfico, llamado «La melodía interrumpida». Eleanor supo dar vida al personaje de Marjorie Lawrence, famosa cantante de ópera que vió truncada su carrera a causa de una enfermedad, de manera sublime, y junto a ella y en el papel de esposo enamorado deslumbró Glenn Ford; como era de esperar la Academia de nuevo cayó rendida a sus pies y obtuvo su tercera nominación a los Oscars, siendole la estatuilla de nuevo arrebatada, esta vez por una italiana de rompe y rasga llamada Anna Magnani por su interpretación en «La rosa tatuada».

Este mismo año protagonizaría una de las primeras películas del cine que se atrevió a mostrar el infierno de las drogas, y que llevó por título «El hombre del brazo de oro» 1955; de nuevo su interpretación fue muy aplaudida, al igual que la de su compañero en la película Frank Sinatra, que incluso llegó a estar nominado a los Oscars como mejor actor, sin olvidar por supuesto a una bellísima Kim Novak que apareció igual de sensual e inalcanzable que siempre.

Con el western «Un rey para cuatro reinas» 1956, se lució junto a uno de los galanes más importantes de toda la historia del cine: Clark Gable; lo curioso es que aunque la película contó con un presupuesto de serieB, tanto Eleanor como el maestro Gable la engrandecieron, e hicieron de ella una obra digna de consideración.

 

En el año 1959, Frank Capra volvería a unir a Eleanor con Sinatra mediante la comedia «Millonario de ilusiones»,  película en la que también aparecieron un magistral Edward G. Robinson, o una secundaria de lujo como Thelma Ritter;  aunque muchos consideran este film una obra menor de este genio de la dirección, lo cierto es que vista años después, cuenta con la misma frescura y simpatía que la hiciera famosa en su época.

Comenzó la década de los 60 interpretando un drama rural dirigido por Minnelli, ésta sería según muchos críticos su última actuación en el cine digna de consideración, junto al excelente Robert Mitchum, que llevó por título «Con él llegó el escándalo» 1960; esta vez su personaje careció de la fuerza que tanto gustaba a la actriz, pero como casi siempre, Eleanor salió bien parada gracias a su talento.

No sería hasta el año 1965 cuando de nuevo lograra un considerable éxito gracias al personaje de «La Baronesa» en «Sonrisas y lágrimas»; indiscutiblemente fue la oscarizada Julie Andrews la que se llevó casi todos los halagos, pero para Eleanor este papel  supuso, aparte de un resurgimiento como actriz, un lugar en la historia del cine ya que seguramente fue este papel el que más popularidad le reportó a lo largo de toda su carrera ;  las peripecias de la familia Von Trapp no dejaron indiferente a la crítica, llegando a recibir la película 5 Oscars más un Globo de Oro.

Ya pasado el umbral de los cuarenta, la actriz eligió papeles acordes a su edad, pero ninguno tuvo la repercusión esperada; así apareció en varios títulos prácticamente para mantenerse en activo , y sentirse realizada como actriz, ya que era lo que más feliz le hacia.Fue en el año 1979 cuando la veríamos por última vez en el cine con la película «Mi adorable espia», que protagonizó junto a Farrah Fawcett. A partir de este momento se dejó ver en series televisivas y películas de formato televisívo, aunque lo cierto es que pocos  eran los que recordaban toda la inmejorable carrera que Eleonor tenía a sus espaldas. 

Su vida privada fue un ir y venir de relaciones, se casó cuatro veces, encontrando la estabilidad  en su último matrimonio que se produjo en el año 1966 con un empresario llamado Raymond Hirchs, con el que vive en la actualidad en Palms Springs California.

Y hasta aquí la pequeña historia de una gran vida, de una carrera excelente, de un afán de superación increíble, pero por encima de todo la historia de una mujer que rompió con los estereotipos y demostró que aún siendo bella también sabía transmitir emociones… también sabía conmover al público. Tal vez lo peor de todo es que le dieron pocas oportunidades de hacerlo, y Eleanor ha quedado grabada en la memoria colectiva como aquella pelirroja hermosa y exhuberante de «Cuando ruge la marabunta», o aquella cómica alocada de «Scaramouche»

 

eleanor

 

6 comentarios

  1. Pues déjame decirte Cris, que para mí era preciosa..sólo hay que ver estas imágenes para ver su belleza, pero creo que también por lo que cuentas…no supo ser encajada en su terreno cinematográfico, porque se basaban más bien en su belleza, otorgándoles papeles acorde a eso, sin dejar paso a interpretar al menos los papeles que ella deseaba y siempre hubo alguien por encima de ella…siempre estuvo al límite de conseguir, pero siempre había ese «alguien» a la que consideraban mejor…
    Creo que es recordada más bien por la peli «Sonrisas y lágrimas» ¿quien no la recuerda? 🙂 …
    Interesante vida la de esta bella mujer. Al menos hoy sigue con su marido, y no ha tenido un final triste como casi todas..

    Bueno preciosa, que tengas un buen finde! nos seguimos leyendo, ya vendré a felicitarte más tarde la Navidad jejejej…
    Te dejo besitos de estos

    a montones para tí!

    16 diciembre, 2011 en 16:05

  2. Fina

    Apreciado cinéfilo, tengo que decirte que yo también soy cinéfila y que tu página me encanta. Pero la foto que has puesto al pie de esta página dedicada a Eleanor Parker no es ella. Es Suzt Parker, otra inolvidable belleza de los años 50 que empezó siendo modelo de alta costura. También era pelirroja, pero no tan famosa como Eleanor Parker. Un saludo.

    25 junio, 2013 en 18:20

    • Hola Fina!! Tienes toda la razón. Perdón por el lapsus y me dispongo a cambiar la foto. ¡¡Saludos y gracias por tu visita!!

      26 junio, 2013 en 18:13

  3. Fina

    Perdón, corrijo SUZY PARKER

    25 junio, 2013 en 18:21

  4. Fina

    Para mi, uno de sus mejores papeles es el de «Brigada 21», aunque también me gusto muchisimo en «Scaramouche». He visto casi todas sus películas y Eleanor está entre mis actrices preferidas de los 40/50. Hay otras grandes bellezas de esa época, como Rhonda Fleming, o Arlene Dahl que también fueron olvidadas. Para los amantes del cine, no existe el paso del tiempo, aunque haya variado sustancialmente. La «época dorada» de Hollywood, con los actores y actrices que nos brindó, es irrepetible.

    28 junio, 2013 en 12:42

  5. JACQUELINE GARCÍA YÑIGO

    DEFINITIVAMENTE ES UNA DIOSA ELIONOR Y UN PORTE ELEGANTE QUE EN LAS PELICULAS SIEMPRE MANIFESTO,(NO SOY LESVIANA) PERO HUBIERA QUERIDO TENER SU FISIONOMÍA…. R.I.P.
    DESCANCE EN PAZ 9-DIC-13

    11 diciembre, 2013 en 20:42

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